A continuación te dejo nuestra conversación sobre psicología en las dietas de adelgazamiento.
Hay gente que antes de hacer una dieta ya se siente derrotada. ¿Qué consejo les darías a aquellas personas que sienten que perder peso es una batalla perdida?
Lo primero que les diría es la cita de Henry Ford: “El fracaso te la oportunidad de empezar de nuevo de una forma más inteligente”. ¿Qué quiere decir esto? Les recomendaría analizar todas la soluciones intentadas que no han funcionado en procesos de adelgazamiento, ¿qué has intentado hacer que no ha funcionado? Analízalas bien y empieza otro proceso para adelgazar que no te venda otra vez unas soluciones iguales o parecidas de las que antes has hecho.
Quieres decir que, ¿si has hecho una dieta que no ha ido bien no volver a hacer la misma dieta?
Exactamente. Si por ejemplo, tu dietista siempre te ha prohibido los mismos alimentos y tú ya sabes que has fracasado en esto, pídele que no te venda una dieta del mismo estilo sino que cambies. De la misma manera, puedes pedirle que te recomiende otros tipos de ayuda. Piensa que si hacemos siempre lo mismo, obtendremos los mismos resultados. Así que la persona, si quiere resultados diferentes debería atreverse a hacer algo distinto.
Sabemos que hacer una dieta para perder peso es un factor que predispone a tener un trastorno de la conducta alimentaria. ¿Qué debemos hacer para que esto no suceda?
La mayoría de dietas son restrictivas, es decir, aportan a la persona un control y además prohíben ciertos alimentos. Si la dieta es fija y se alarga demasiado en el tiempo y el paciente siente que tiene prohibidos ciertos alimentos (sea por la pauta dietética o porque se lo auto prohíben ellos mismos), en su mente estará pensando continuamente “No puedo comer chocolate, no puedo comer chocolate…”. Júlia si yo te digo “no puedes comer chocolate, no puedes comer chocolate, no puedes comer chocolate” ¿Qué estarás pensando en tu cabeza?
¡En comer chocolate!
¡Claro! En tu mente cada vez ves más grande el bombón de chocolate. Pensando en lo que no puedes comer lo que sucede es que en la mente cada vez te lo imaginas más. Esto es un componente que nos indica cuando estamos empezando a obsesionarnos. Ya lo decía Oscar Wild “Si tu voluntariamente renuncias a algo, al final, inevitablemente se vuelve irrenunciable”.
Un control va estupendo para mejorar en tu vida, pero si la persona coge el régimen con demasiado control, si nota que está siendo muy rígido en eso, el exceso de control puede provocarle una pérdida de control. Y aquí empieza el campo del problema, de la patología.
Un exceso de control te lleva a perder el control y a tener un atracón @JuliaPascualGui Clic para tuitear
Frecuentemente tengo pacientes que tienen atracones. Algunos de manera puntual o esporádica y otros de manera más frecuente. ¿Cómo definirías un atracón? ¿Cómo puede saber una persona si lo que le pasa es algo puntual sin importancia o si es un problema que debería tratar?
Se puede tener un día un atracón porque tenemos muchas ganas de comer alguna cosa o porque tenemos mucha hambre ese día, y por lo tanto comemos mucho y con placer. Luego nos sentimos llenos y durante el resto del día sin ni siquiera pensarlo o planificarlo lo compensamos de alguna manera. Por ejemplo, si has hecho un atracón a las 12 del mediodía luego a la hora de comer no tendrás hambre y comerás más ligero o incluso durante todo el resto del día comerás muy poquito. Automáticamente te vas regularizando. Estás personas que tienen este tipo de atracones puntualmente y que luego no le dan demasiadas vueltas ni se sienten culpables ni siente emociones negativas espontáneamente se van regulando solas.
Y en el caso de que haya un sentimiento de culpabilidad después de tener un atracón, ¿ya hablaríamos de otro caso?
Es un tema de dinámicas. Si tú tienes un atracón de vez en cuando y te autorregulas por que no te obsesionas con ello no hay ningún problema. Pero si el atracón va aumentando en el tiempo, entonces hay un sentimiento de culpa o la persona no para de pensar que eso no debería haberlo hecho, en su mente sienten que se están engordando y que han perdido el control. En estos casos el resto del día se ejerce un control voluntario excesivo. Se hará una dieta súper restrictiva, quizás solamente de frutas y verduras. Ese exceso de control es lo que realmente les hará perder el control de nuevo y volver a tener un atracón.
Júlia, el problema que tienen las personas que sufren el trastorno por atracón no está en el atracón, está en la restricción que hacen previamente por miedo a tener un atracón. Esa restricción te predispone a perder el control en forma de atracón.
¿Podrías ponerme algún ejemplo de trastorno de la conducta alimentaria que un dietista – nutricionista se pueda encontrar en la consulta y sea difícil de detectar?
Una de las maneras de detectarlo es porque la persona se da cuenta de que no para de pensar en cosas relacionadas con la comida, en perder peso, en su imagen, en lo que ha comido o ha dejado de comer, en si está o no está gorda. Luego el entorno de la persona también se puede dar cuenta de que hay un trastorno de la conducta alimentaria por los cambios de humor.
O sea, lo típico cuando se dice que al hacer una dieta una persona se pone de mal humor… ¿por ahí va la cosa?
Exactamente, puede ser una alerta. Por ejemplo, si vemos que la persona pasa de estar triste a rabiosa, o a sentir momentos de euforia pero con mucha irritabilidad. Son personas que normalmente están bastante irascibles.
Una vez me hablaste de un concepto cuyo nombre, sinceramente, me pareció horroroso… que no había escuchado nunca. Se trata del vómiting. ¿Qué es?
Desde la terapia breve estratégica hemos detectado el vómiting. Se trata de las personas que comen y vomitan.
¿Por qué comen y vomitan? ¿Qué diferencia hay entre el vómiting y una bulimia o una anorexia?
Bulimia lo utilizamos para las personas que obtienen mucho placer de comer y engullir comida. Pero también se utiliza el vomitar para poder seguir comiendo.
O sea, no se vomita para compensar los excesos de comida, sino que se acude al vómito para poder seguir comiendo que es lo que me da placer.
Así es como se genera el vómiting. Se puede generar desde una base bulímica, es decir, personas que son obesas y tienen atracones, que vomitan para poder seguir comiendo, o se puede generar de una vertiente más anoréxica. Sería el caso de personas que tienen miedo a engordar, quieren restringir la comida y cuando sienten que han comido demasiado vomitan para sentirse tranquilas.
Estas personas comen y vomitan no por miedo a engordar, sino porque repetir comer y vomitar bastantes veces genera muchísimo placer. Imagínate que de repente empiezas a pensar que tienes muchas ganas de comer muchos dulces, entonces empiezas a imaginarte todos los dulces que te comerías, y después también piensas en lo que vas a beber y empiezas a pensar qué ingerirás después, etc. y esas ganas de comer te impulsan a ir al supermercado, comprar todo lo que has deseado. Piensas en qué lugar vas a ir a comértelo todo, piensas ¡qué bien en casa no habrá nadie!, llegas a casa con toda esa comida, te la sirves toda, la comes, la disfrutas, la devoras y luego, lo descargas con el vómito.
Esto que se estoy describiendo con esta analogía es para explicarte que la secuencia del problema de comer y vomitar es casi como un acto de la sexualidad.
¿De verdad?
Sí, primero imaginamos la fantasía de nuestro amante secreto.
Que sería la comida.
Exacto. Luego lo devoramos en la intimidad. Y luego la última fase de descarga no hace falta que te diga cuál es…
La TBE te enseña un contra ritual para solucionar el problema de comer y vomitar @JuliaPascualGui Clic para tuitear
Una persona que se encuentre inmersa en esta dinámica ¿qué puede hacer? ¿Desde el punto de vista psicológico cómo se puede solucionar este problema?
Es muy difícil de solucionar al principio por que esto da mucho placer. Comer y vomitar da tanto placer que estas personas solo hacen esto. Dejan absolutamente sus hobbies, sus relaciones de pareja, sus relaciones con amigos, para solamente tener tiempo de hacer esto, para estar con su amante secreto como yo les digo.
En terapia breve estratégica no tiene por qué llevar mucho tiempo desbloquear un problema difícil. Si se entiende bien cómo funciona, cambiamos el funcionamiento para desbloquearlo. Comer y vomitar es una dinámica muy obsesiva compulsiva, es decir, una compulsión en comer y vomitar. Añadimos un contra ritual. ¿Qué quiere decir? Si esto da mucho placer voy a intentar introducir un elemento en comer y vomitar para que en vez de dar placer empiece a producir sensaciones desagradables. El asco que le produzco la primera vez, que lo vuelva a sentir para que ya no quiera vomitar más.
¿Cuantas sesiones de terapia breve estratégica se necesitan para poder tratar este problema? ¿De cuánto tiempo estamos hablando?
Para tratar estos problemas alimentarios tenemos una eficacia del 85%. En un breve tiempo desbloqueamos la dinámica, aproximadamente necesitamos unas 10 sesiones, que realizamos cada 2-3 semanas. El consolidamiento, es decir, que la persona deje de hacerlo para toda la vida, requiere hacer sesiones cada vez más espaciadas en el tiempo. Al inicio cada mes, después cada dos meses, tres meses, cada seis meses y finalmente una vez al año.
Muchas gracias por tu tiempo y por compartir tus conocimientos.
Júlia Farré Dietista-Nutricionista
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