La palabra celulitis significa inflamación de las células. Por lo tanto la utilizamos mal cuando queremos hacer referencia a la grasa en forma irregular o acolchada bajo la piel. Sería más correcto hablar de piel de naranja. Lo que se entiende como celulitis aparece principalmente en mujeres en la cara externa de los muslos, en la cara interna de las rodillas, en los glúteos y en el abdomen. Se cree que hay un componente genético o racial en la predisposición a tenerla ya que es más frecuente en mujeres blancas que en asiáticas y negras.
Hay una relación entre la aparición de la celulitis y las hormonas del cuerpo. Por ejemplo:
- La insulina estimula la lipogénesis, es decir, la creación de tejido graso o adiposo. La insulina la secretamos cuando ingerimos alimentos ricos en hidratos de carbono y azúcares.
- También se estimula la lipogénesis por la presencia de estrógenos y prolactina. Hormonas femeninas relacionadas con el ciclo menstrual. Por eso suele aparecer a partir de la pubertad y se agrava durante la menstruación, el embarazo y tratamientos con estrógenos.
- En cambio disminuyen la creación de grasa la testosterona, la progesterona, la hormona luteinizante (LH) y los glucocorticoides.
- La lipólisis y quema de grasa se estimula por la acción de la adrenalina, el glucagón y las hormonas tiroideas.
Aparte de las diferencias hormonales entre hombres y mujeres, el tejido graso se coloca de manera diferente bajo las capas de la piel entre los diferentes sexos:
En los hombres se forman septos de distribución cruzada y en las mujeres de disposición perpendicular. La anatomía femenina al tener estos septos fibrosos en forma perpendicular provoca que cuando hay una sobreacumulación de grasa en la zona se separen en forma de lóbulos voluminosos en secciones rectangulares que hacen presión hacia la piel. Los hombres, aunque tengan acumulación de grasa, al estar en una disposición diferente, forman pequeños lóbulos poligonales que no forman protrusiones hacia la piel.
Pero aun así no hay una relación directa entre el sobrepeso y la celulitis. Es decir, puede haber mujeres que tengan un gran exceso de peso y no tengan este tipo de piel, y otras que les sobren pocos kilos y sí tengan. Por lo tanto, el exceso de grasa no es la única causa de la aparición de la famosa piel de naranja. Además, esta piel tiene alteradas las propiedades de extensibilidad, resistencia y elasticidad. Esto también puede provocar que haya alteraciones vasculares y que aparezcan pequeños edemas o retenciones de líquidos. La piel con celulitis tiene una permeabilidad de los capilares sanguíneos aumentada y el drenaje linfático disminuido. Tener mala circulación también aumenta las probabilidades de padecer celulitis.
No existe una relación directa entre sobrepeso y celulitis Clic para tuitear
La celulitis se puede clasificar en 2 tipos principales:
- De tipo blando: cursa con un flacidez y bajo tono muscular. Es más frecuente que la padezcan mujeres de más de 40 años y que tienen una actividad física muy baja, sobre todo si han hecho dietas drásticas para bajar de peso rápidamente.
- De tipo duro: Es compacta y dura. La suelen tener mujeres jóvenes y que practican actividad física de manera regular.
Factores que contribuyen al desarrollo de la piel de naranja
- Sedentarismo: empeora el problema ya que provoca una disminución de la masa muscular y favorece la creación de grasa corporal, aumenta la flacidez de los músculos y tendones, disminuye el retorno venoso e incrementa la insuficiencia venosa. Estar muchas horas en una misma postura también produce estasis venosa.
- Ropa ajustada y tacones altos: dificultan una correcta circulación y drenaje alterando el retorno venoso.
- Tabaco: aumenta el envejecimiento de los vasos, la degradación del colágeno y las fibras elásticas. También disminuye la oxigenación de los tejidos.
- Alcohol: Aporta lo que llamamos «calorías vacías», es decir, aporta energía sin nutrientes. Favorece la generación de grasa corporal.
- Estrés: Sufrir estrés, ansiedad y frustración aumenta la adrenalina y la noradrenalina, hormonas que en altas concentraciones aumentan la grasa corporal.
- Fármacos: betabloqueantes y anticonceptivos pueden inducir y empeorar la celulitis.
- Menopausia: A partir de la menopausia puede aparecer o empeorar la piel de naranja debido a que cada año después de la falta permanente de la menstruación disminuye aproximadamente un 2% el colágeno de los tejidos.
Consejos dietéticos para combatir la celulitis
- Evitar hacer una ingesta excesiva de grasas y azúcares para evitar picos de insulina en sangre.
- Utilizar poca sal para favorecer la eliminación de la retención de líquidos.
- Evitar el estreñimiento haciendo una buena ingesta de fibra, ya que este empeora el estado de las venas del tronco inferior.
- Consumir alimentos ricos en vitamina C. Participa en la fabricación de colágeno, mejora la función de los vasos combatiendo los radicales libres responsables del envejecimiento.
- Vitamina E: tiene una función antioxidante que favorece a las paredes de los vasos.
- Polifenoles: son potentes antioxidantes que tienen beneficios sobre la circulación y los radicales libres. En relación a la celulitis los más recomendados son los polifenoles que se encuentran en la alcachofa, la uva y el ginkgo biloba.
En conclusión: Para eliminar y reducir la celulitis hay que evitar el sobrepeso y trabajar para mantener una buena masa muscular. Mantenernos activos evitando una vida sedentaria, cambiando de postura cuando estamos en el trabajo y consumir diariamente alimentos ricos en antioxidantes.
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